Soy muy fan del Esperpento. Ya saben, el género de Valle-Inclán. Creo que esa deformación de la realidad puede ser divertida, o así hay que tomársela. La mejor definición del Esperpento nace en boca de Max Estrella,
personaje principal de Luces de Bohemia cuando declara: «Los héroes clásicos
reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la
vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.
[...] Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.”
Los seguidores de este blog sabrán
que siempre he distinguido el catalanista (independentista o no) de corazón, inclusivo, paciente,
a mi juicio sensato, del procesista hiperventilado, mayormente converso,
vendedor de crecepelo, generador y difusor de asombrosos bulos vía WhatsApp,
Facebook y Twitter que previamente ha digerido con fe religiosa y sin masticar. El
catalanismo, indepe o no, reflejado en un espejo cóncavo da el Procés. Yo, como mucha gente en
Catalunya, convivo con las dos imágenes a diario. Los grupos de WhatsApp son el
hábitat idóneo donde brilla cada una de ellas: el procesista asume como dogma
cualquier noticia o dato que le echen venga de donde venga siempre que le
encaje en su esquema mental, mientras que el catalanista, indepe o no,
selecciona las fuentes de información y analiza el contenido de la noticia con
espíritu crítico, desoyendo y borrando bulos.
El procesista se ha tatuado el dogma “ni un pas enrere” y,
como buen Esperpento, no existe otra realidad de las cosas. Piensan: "lo
mío es la verdad revelada el resto es antidemocrático". El catalanista -indepe o no- por contra, sabe
que primero va Catalunya y que hay líneas rojas en
beneficio de la convivencia de sus gentes y piensa "lo mío es seducir al resto para que comparta
mi proyecto de país". Aquella pantalla pasada de ampliar la base social del catalanismo, ¿recuerdan? El seny frente la rauxa.
Sigo un chat de WhatsApp con buenos amigos procesistas y algún sufrido catalanista; como se pueden imaginar yo estoy emboscado, si abro la boca comienza la techno rave. Me tiene especialmente alucinado como engullen patrañas
informativas sobre el CNI, Mossos, Putin, conspiraciones sobre el atentado de las Ramblas, estrategias propias de la guerra fría que han oído que comentó el cuñado de la prima de
uno del gabinete de Puigdemont o consignas hiperventiladas a lo Braveheart, en fín, imagen cóncava. Se caricaturiza el catalanismo. Pero es divertido, o por lo menos recomiendo el
sentido del humor y els somriures para convivir con ello. «Los héroes clásicos
reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento”.