jueves, 29 de marzo de 2018

El Catalanismo reflejado en los espejos cóncavos da el Procés.


Soy muy fan del Esperpento. Ya saben, el género de Valle-Inclán. Creo que esa deformación de la realidad puede ser divertida, o así hay que tomársela. La mejor definición del Esperpento nace en boca de Max Estrella, personaje principal de Luces de Bohemia cuando declara: «Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada. [...] Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.”
 Los seguidores de este blog sabrán que siempre he distinguido el catalanista (independentista o no) de corazón, inclusivo, paciente, a mi juicio sensato, del procesista hiperventilado, mayormente converso, vendedor de crecepelo, generador y difusor de asombrosos bulos vía WhatsApp, Facebook y Twitter que previamente ha digerido con fe religiosa y sin masticar. El catalanismo, indepe o no, reflejado en un espejo cóncavo da el Procés. Yo, como mucha gente en Catalunya, convivo con las dos imágenes a diario. Los grupos de WhatsApp son el hábitat idóneo donde brilla cada una de ellas: el procesista asume como dogma cualquier noticia o dato que le echen venga de donde venga siempre que le encaje en su esquema mental, mientras que el catalanista, indepe o no, selecciona las fuentes de información y analiza el contenido de la noticia con espíritu crítico, desoyendo y borrando bulos.  El procesista se ha tatuado el dogma “ni un pas enrere” y, como buen Esperpento, no existe otra realidad de las cosas. Piensan: "lo mío es la verdad revelada el resto es antidemocrático".  El catalanista -indepe o no- por contra, sabe que primero va Catalunya y que hay líneas rojas en beneficio de la convivencia de sus gentes y piensa "lo mío es seducir al resto para que comparta mi proyecto de país". Aquella pantalla pasada  de ampliar la base social del catalanismo, ¿recuerdan? El seny frente la rauxa.
 Sigo un chat de WhatsApp con buenos amigos procesistas y algún sufrido catalanista; como se pueden imaginar yo estoy emboscado, si abro la boca comienza la techno rave. Me tiene especialmente alucinado como engullen patrañas informativas sobre el CNI, Mossos, Putin, conspiraciones sobre el atentado de las Ramblas, estrategias propias de la guerra fría que han oído que comentó el cuñado de la prima de uno del gabinete de Puigdemont o consignas hiperventiladas a lo Braveheart, en fín, imagen cóncava. Se caricaturiza el catalanismo.  Pero es divertido, o por lo menos recomiendo el sentido del humor y els somriures para convivir con ello.  «Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento”.



viernes, 23 de marzo de 2018

Plan A


Després de seguir el Ple d’investidura del Parlament d’ahir 22 de març, i exercint el meu dret a somiar, compateixo la meva modesta fulla de ruta per sortir de l’atzucac, de la rentadora, de la roda d’hàmster...del Dia de la Marmota:

1.- S’investeix amb els vots del PSC ( i qui sap si de C,S)  una Presidenta o  un President indepe que hagi aparcat el ‘Procés’ prioritzant l’autogovern, les polítiques socials i el desenvolupament econòmic.

2.- Conseqüència directa del punt 1, es recupera la normalitat institucional sense renunciar cadascú a la seva ideologia i cauen les mesures derivades de l’article 155 de la Constitució recuperant-se l’autogovern.

3.- Arribats aquest punt, es redueix, si no s’elimina, el risc de reiteració delictiva dels polítics empresonats pels presumptes delictes de rebel·lió, sedició i malversació de fons públics, motiu pel qual la presó preventiva tindria poca justificació jurídica.

Aquesta “Fulla de ruta” requereix visió d’Estat, requereix de l’independentisme llums llargues i també cessions importants de C,s (Iceta les va oferir ahir), perquè un govern pot fer polítiques de consens pel desenvolupament econòmic i social de Catalunya en el marc de l’Estatut i la Constitució independentment que sigui indepe, federalista o unionista. Aquí rau la clau: té sentit demandar la fi del 'Procés', però també cal que "l'unionisme" canvïi admetent que l'independentisme ha arribat per quedar-se. Caldrà que en el segle XXI, la ideologia, indepe o no indepe, no sigui, per si sola, l'unic argument per investir o no investir un President. 

Hi ha un últim argument de pes: No hi ha Pla B.