martes, 16 de agosto de 2022

Sonorama 25 Aniversario

 El 10 de agosto llegué a Aranda de Duero, me esperaban cinco días del festival de festivales, el pionero: Sonorama Ribera 25 aniversario. Llegué con cara de resucitado puesto que la adicta a los festivales es Ares, yo soy más de conciertos sueltos.   Los dos primeros días tuvimos un guía de excepción: el fotógrafo leridano y cada vez mejor amigo Rafa Ariño. Once años lleva Rafa abrazado al festival; conoce tanto el gremio de artistas habituales como los entresijos de la organización a base de fotografiarlos, por algo el periódico El Mundo lo calificó en 2017 como “los ojos del indie español”. Este año Rafa exponía en el Ayuntamiento de Aranda parte de su trabajo “Besos y Abrazos” y en el Hotel Villa de Aranda compartía algo de “Girando con…”. Rafa me invitó a la presentación del Hotel. Asistió la alcaldesa de Aranda, Raquel González, y los medios locales. A la presentación en el Ayuntamiento (fue el día anterior yo no estuve)  se añadió Javier Ajenjo, el ideólogo director promotor culpable y todo lo que quieran añadir de Sonorama,  ambos, fotógrafo y director se fundieron en un abrazo.  ¿Qué vengo a compartir de lo que he vivido? Aranda tiene 30.000 habitantes. Según las crónicas periodísticas 130.000 han pasado estas cinco noches y sus días por allí  y  el balance que han hecho tanto el Ayuntamiento como la subdelegada de Gobierno en Castilla y León ha sido “de muy bueno a excelente” .La alcaldesa me explicó en conversación informal que según alguna organización empresarial se quedan en la zona entre 13 y 17 millones de euros, pero insisto, el dato me lo dio con todas las reservas. Este año ha sido la primera edición sin restricciones por el coronavirus. Por ese motivo se amplió el festival a cinco noches (lo normal son cuatro) y el cartel ha sido  excepcional.  No voy a entrar en disquisiciones  musicales -tengan en cuenta que hubo casi 250 conciertos-  pero para mí los momentos sensacionales fueron el final de Shinova con fuegos artificiales en “Te debo una canción”; Coque Malla cerrando a cara perro con temas de Los Ronaldos y cada vez que acababa uno soltaba “ya está, basta, Los Ronaldos son el pasado” y arrancaba con el siguiente clásico; la gente se volvía loca. Me gustaron mucho también Triangulo de Amor Bizarro; Izal tiene un directo que roza la perfección musical igual que Leiva y muy hondo estuvo Loquillo, puto Loco cuanto te debo.  ¿Por qué este festival es un éxito? Básicamente por su generosidad. Primero: la implicación de la hostelería local sin fisuras, si bien hay un recinto con cinco grandes escenarios las calles de Aranda también acogen  conciertos por eso los bares y restaurantes del pueblo ganan una pasta considerable esa semana. Segundo: la implicación de la denominación Ribera del Duero en bloque, sin capillas, van a una con todo. Tercero: las administraciones implicadas al máximo. Cuarto: el trato exquisito que presta la organización a los artistas y Quinto:   un visionario que se juega la pasta, busca patrocinadores, actúa con visión de ciudad y por encima de todo ama la música en directo.