martes, 27 de noviembre de 2018

Ser o no ser franquista.

 Què és ser franquista en el sentit que estableix la Llei de Memòria Històrica? Podem estar d’acord que ho va ser qui combregava activament amb el principis del movimiento. Ho va ser també qui va participar activament en la repressió. Té molts punts de ser-ho un militant de Falange. Però, tot servidor públic català o persona  conservadora dels anys -posem per cas- 60 ho era en aquest sentit? Des d’una visió totalitària i revisionista de la història la resposta és clara, sí, ho van ser sense redempció pel fet de no haver-se exiliat i pel fet de respirar aquells anys.  Ara bé, per sort, la democràcia ve a combatre el totalitarisme i el revisionisme aportant-hi matisos i cercant-hi consensos en una lluita titànica per la convivència. El radical veu la vida en blanc o negre, punt. El demòcrata  la veu en tots els colors de la llum.  He escrit en altres ocasions que no puc fer "tabula rasa" en aquest tema, perquè només si hi apliquem dogmes totalitaris tots els servidors públics i persones influents dels municipis de Lleida dels anys 60 eren franquistes, i aquest no és el sentit que dona la Llei de Memòria Històrica, que defineix  franquisme com “exaltación del alzamiento y participación en la represión”. Partint de la definició legal,  generalitzar és manipular, i per entendre-ho millor no cal vanar-se d’haver passat dies a la biblioteca, n’hi ha prou amb conversar amb qualsevol veí de certa edat de qualsevol poble de Lleida que no tingui una visió partidista del món.
Jo no he viscut la dictadura franquista, però sí he viscut la dictadura d’ETA. Va ser una dictadura d’Estat perquè s’exercia, en part, des del govern d'alguns ajuntaments del País Basc a través de les organitzacions polítiques que li donaven cobertura. La dictadura d’ETA va comportar  assassinats i segrestos indiscriminats per raons polítiques. Vol dir això que tots els independentistes dels anys 80 a Euskal Herria eren terroristes? Des d’una visió totalitària de la història la resposta és sí (perquè no la condemnaven explícitament diran),  però jo no ho puc compartir. Una persona influent de l’independentisme Basc dels 80 no era  automàticament i per aquest sol motiu un terrorista, com no per ser conservador als 50 o 60 eres necessàriament franquista. Serà cada municipi del País Basc qui decideixi democràticament honorar o no els seus veïns il·lustres de l’esquerra independentista durant la dictadura d’ETA en funció de la seva trajectòria personal i professional. I valorant sense prejudicis què van aportar a la seva comunitat; si van participar activament en la repressió terrorista o no; i si van exaltar o no la lluita armada. Això penso, amb més matisos i més colors que l’integrisme.

martes, 11 de septiembre de 2018

Diada 2018 en Lleida

Foto Hermínia Sirvent www.paeria.cat

A la Virgen de Lourdes cada uno va para pedir lo que quiere. Pasa algo parecido con las ausencias al acto institucional de la Diada organizado por el Ayuntamiento en la Seu Vella. Lo han plantado la CUP, Ciutadans, PP y ERC y cada uno de ellos lo ha plantado religiosamente por sus deseos particulares. Por contra han fichado PSC, PDCAT, el COMU y Units per Avançar.  
Tradicionalmente el pregón del 11S en la Seu Vella, en el mediodía, era el acto oficial más caluroso del año. El enclave, el Revetllí de la Mitja Lluna era una auténtica tostadora escondida de la brisa y el viento. La indumentaria de muchos participantes no ayudaba a aliviar el sofoco: chaquetas,  trajes oscuro y en algunos casos corbatas. La duración era peligrosa. Ha habido pregones de 40 minutos que, sumados al discurso del alcalde, suponían cerca de una hora de sol impenitente. Me preocupaba especialmente el coro; todo él vestido de negro cantando al sol ardiente y con foulard negro para abrigarse un poquito. Era un acto en el que -como en todos- había evidentes codazos, pero no para salir en la foto sino para ocupar la sombra de la Photinia, el único árbol que hay por allí. Este año, por fin,  ha sido distinto.   En una decisión brillante de protocolo el pregón se ha trasladado a la Casa de la Volta. Ha sido una bocanada de aire fresco, nunca mejor dicho. Han puesto sillas sin sol para el público. El coro y el pregonero han respirado a la sombra de los muros; me da la impresión que todos ellos andaban más sonrientes que otros años. El Cant de Els Segadors ha sonado fresco, verde, primaveral.  Jaume Barrull ha hecho un pregón realmente bueno, repasando el derecho de autodeterminación y su evolución política en relación a sus contextos históricos, para cerrar invocando dos conceptos clave en la política actual: inteligencia y auto-crítica.  El alcalde ha hecho el discurso de consenso que tiene bien interiorizado y en línea con la concepción socialdemócrata de las ciudades. Las ausencias al acto de esta mañana ilustran el contexto político catalán. El independentismo no se pone de acuerdo adonde ir, y echo en falta que los partidos no secesionistas hagamos piña en torno la Senyera y al catalanismo constitucional en actos como el de hoy.
Por cierto, hacía tiempo que no estaba en la Casa de la Volta, la última vez fue una actuación sensacional de Marc Marzenit, pero això avui no toca.

lunes, 13 de agosto de 2018

Lleida después de Ros.


Àngel Ros ha tenido que jugar en tres barrizales impracticables: la crisis económica, el Procés y la explosión de las redes sociales. Tres imprevistos ajenos a la gestión municipal que, sin embargo, le han condicionado en el plano político y personal (si es que se puede desvincular un  plano del otro).  Ha sido un alcalde exigente con su equipo y consigo mismo, y no lo ha tenido fácil. Sobre todo durante el mandato actual con una oposición apostada en el burladero criticando tanto las jugadas por la izquierda como las de la derecha y las de centro. Ros no ha rehuído jamás el cuerpo a cuerpo y se ha mantenido leal a un modelo de ciudad basado en el respeto de derechos y exigencia de deberes a la ciudadanía; y la obsesión por la educación y la economía del conocimiento. La crisis económica global supuso un mazazo a la sociedad y a la gestión municipal de su mandato, no obstante, reconocerán que pocos servicios municipales se resintieron (más allá de las grandes inversiones) pese a los recortes salvajes de la Generalitat de Artur Mas “Cerrada por Procés” y las leyes Montoro. El Procés es división y obsesión. El PSC no se escapó de sufrir los envites de esa división y Ros pasó de liderar el sector crítico a la gestión de Pere Navarro por considerarla "poco catalanista" (Navarro defendía una consulta legal y acordada) a presidir el PSC de Iceta (que de consulta ni hablar) en una maniobra que, seamos honestos, requiere un plus de explicación para ser comprendida. Y es que a todo el mundo le ha costado encontrar su sitio en este obsesivo Procés, incluso a sus propios promotores, cuando el truco consiste en pasar de él, no entrar en ese Matrix y dedicarse al mundo real. Las redes sociales han sido otro barrizal. En muchas ocasiones se quedó totalmente solo ante un acoso digital desproporcionado de perfiles falsos. Algún día la sociedad tendrá que reflexionar sobre el acoso digital.  También el Gabinete de alcaldía ha sido protagonista de demasiadas polémicas en las redes para tratarse de un Gabinete -polémicas que se podrían haber evitado con ejercicios de contención- y eso no ha ayudado a centrar el debate digital en los proyectos municipales.  Pero es agua pasada. Barack Obama ilustró con una metáfora náutica el balance de su mandato en la Casa Blanca en relación a las políticas sanitarias, dijo algo así como: “Hemos corregido unos pocos grados el rumbo del  trasatlántico. Hoy el cambio es imperceptible, pero con años de navegación veremos los resultados”.  El cubrimiento de las vías, el Parque Científico o el palacio de congresos entre otros proyectos son ejemplos de corrección del rumbo de la nave, con los años veremos que han sido jugadas clave para posicionar Lleida en la euro región a la que hacía mención el MHP Maragall. Se va un buen alcalde, con el que mantengo una deuda impagable por haber formado parte de su Gabinete y haber vivido con él su primera mayoría absoluta en 2007. The show must go on.  El PSC Lleida está organizando unas primarias para escoger su sustituto o sustituta, quien a su vez deberá liderar la lista municipal del cambio. Me consta que será un proceso transparente, cargado de honestidad y de ilusión, puesto que los dos candidatos postulados hasta la fecha apuestan por la renovación y la regeneración.     Sic transit gloria mundi.     

domingo, 20 de mayo de 2018

El Provisional.


Ya tenemos President autoproclamado provisional: “El Provi”, no confundir con el histórico local de la calle Vallcalent –apunte para avanzados-, por muy calent que vaya el discurso de Torra. Recuerdo la controvertida campaña electoral de Xavier García Albiol en las últimas municipales: “Limpiando Badalona” decía, vinculando inmigración a incivismo e ilegalidad. Algo parecido piensa El Provi de los –cito textualmente- “espanyols que viuen a Catalunya”. No les vincula directamente a ilegalidad, pero sí les acusa de no pertenecer a la raza superior independentista, y de antidemocráticos por no pasar por su aro (lo cansino siempre). El pensamiento del Provi no se reduce a dos tweets compulsivos, es fruto de su reflexión –delirio- desarrollada en artículos y libros. Creo que es una evolución radicalizada del Pujolismo más trasnochado que proclamaba sin disimulo la ciudadanía B de quienes no comulgaban con su nacionalismo. El Provi es un becario de Puigdemont, piensa lo que piensa Puigdemont y declara lo que le permite declarar Puigdemont. Es la expresión nacionalpopulista  de una parte, creo que minoritaria,  del independentismo catalán. Me dirán, El Provi tiene derecho a 100 días de gracia. Bien. Ha pedido disculpas. Vale. Además ha declarado que “el pueblo español es un pueblo hermano”. Vale, vale. Son legítimas maniobras de enganche para socios incómodos como las que hiciera José María Aznar en catalán y en la intimidad  a las puertas del Hotel Majestic. Maniobras de enganche para corregir la dirección de su xenofobia si no quiere que el viaje de curvas con el “independentismo inclusivo” de la CUP y la renacida visión del Procés de Junqueras sea un festival de vomiteras. Pero, piensen: aquí en Lleida el PDCAT es orgulloso discípulo de Puigdemont. Toni Postius pasó por la capilla belga tras ser proclamado alcaldable de Lleida para recibir bendición e instrucciones, y nos trajo su buenanueva a través de artículos en Segre y La Mañana, es decir,  la misma visita que El Provi ha hecho en Berlín. Son piezas del mismo engranaje; actores de la misma comedia.  Quiero saber si el PDCAT propondrá “Limpiar Lleida” de “espanyols que viuen a Catalunya” siguiendo la tesis del Provi. Necesitamos saber si el discípulo local de Puigdemont piensa como su mentor,  saber si los ciudadanos de Lleida no independentistas somos para él una raza inferior.  Y lo necesitamos saber cuanto antes mejor.
 No se ilusionen, Postius no les aclarará nada hasta que El Provi le escriba la respuesta.

jueves, 26 de abril de 2018

Cifuentes o agafar-se-la amb paper de fumar.


Me consta que tengo lectores aragoneses, concretamente en Huesca y Jaca. A ellos les explico que “agafar-se-la amb paper de fumar” es una expresión vulgar que utilizamos los catalanes para definir una manera de hablar previsible y quisquillosa; para quedar bien con todo el mundo y evitar herir susceptibilidades. La frase la aplicamos también, y ahí voy, a los que se ofenden con poca cosa exagerándola. O sea lo que está ocurriendo con el caso Cristina Cifuentes. A mí la ex presidenta me gustaba. No he votado al PP en mi vida pero Cristina me caía bien. La veía, con sus tatuajes y su eterna sonrisa, una bocanada de aire fresco en un partido de madera barnizada. Y, oigan, que dimite porque la Universidad Juan Carlos le ha dado un máster por la cara y por haber robado dos cremas en un Eroski. Esto ha pasado en el país del Cas Palau, de los Pujol, de las tarjetas Black, de los ERE de Andalucía y de la Gürtel.  Están linchando a una mujer víctima de un delito, pues tal como han explicado públicamente representantes de la Agencia de Protección de Datos Personales esas imágenes de 2011 debieron ser destruidas por los presuntos delincuentes un mes después de ser gravadas: fuerte. ¿Cristina Cifuentes tenía que dimitir? Seguramente sí. ¿Es justo que destrocen su persona? ¿Que se ensañen en las redes y los whatsapp en salvaje linchamiento con tintes  machistas? Me encantaría que pensaran que no. No se engañen, si en lugar de una política robando dos cremas se tratara de un político robando dos puros o una botella de vino en el Círculo Ecuestre probablemente muchos de los que hoy se la cogen con papel de fumar dirían que es una chorrada. La conclusión es que ha dimitido, y con su dimisión lanza un aviso para navegantes, no pasen por alto el antecedente: en España se dimite por tontear con un máster y por robar dos cremas en el súper. A ver si estaremos enterrando el Lazarillo de Tormes; a ver si va a ser verdad que somos europeos.

jueves, 29 de marzo de 2018

El Catalanismo reflejado en los espejos cóncavos da el Procés.


Soy muy fan del Esperpento. Ya saben, el género de Valle-Inclán. Creo que esa deformación de la realidad puede ser divertida, o así hay que tomársela. La mejor definición del Esperpento nace en boca de Max Estrella, personaje principal de Luces de Bohemia cuando declara: «Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada. [...] Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas.”
 Los seguidores de este blog sabrán que siempre he distinguido el catalanista (independentista o no) de corazón, inclusivo, paciente, a mi juicio sensato, del procesista hiperventilado, mayormente converso, vendedor de crecepelo, generador y difusor de asombrosos bulos vía WhatsApp, Facebook y Twitter que previamente ha digerido con fe religiosa y sin masticar. El catalanismo, indepe o no, reflejado en un espejo cóncavo da el Procés. Yo, como mucha gente en Catalunya, convivo con las dos imágenes a diario. Los grupos de WhatsApp son el hábitat idóneo donde brilla cada una de ellas: el procesista asume como dogma cualquier noticia o dato que le echen venga de donde venga siempre que le encaje en su esquema mental, mientras que el catalanista, indepe o no, selecciona las fuentes de información y analiza el contenido de la noticia con espíritu crítico, desoyendo y borrando bulos.  El procesista se ha tatuado el dogma “ni un pas enrere” y, como buen Esperpento, no existe otra realidad de las cosas. Piensan: "lo mío es la verdad revelada el resto es antidemocrático".  El catalanista -indepe o no- por contra, sabe que primero va Catalunya y que hay líneas rojas en beneficio de la convivencia de sus gentes y piensa "lo mío es seducir al resto para que comparta mi proyecto de país". Aquella pantalla pasada  de ampliar la base social del catalanismo, ¿recuerdan? El seny frente la rauxa.
 Sigo un chat de WhatsApp con buenos amigos procesistas y algún sufrido catalanista; como se pueden imaginar yo estoy emboscado, si abro la boca comienza la techno rave. Me tiene especialmente alucinado como engullen patrañas informativas sobre el CNI, Mossos, Putin, conspiraciones sobre el atentado de las Ramblas, estrategias propias de la guerra fría que han oído que comentó el cuñado de la prima de uno del gabinete de Puigdemont o consignas hiperventiladas a lo Braveheart, en fín, imagen cóncava. Se caricaturiza el catalanismo.  Pero es divertido, o por lo menos recomiendo el sentido del humor y els somriures para convivir con ello.  «Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento”.



viernes, 23 de marzo de 2018

Plan A


Després de seguir el Ple d’investidura del Parlament d’ahir 22 de març, i exercint el meu dret a somiar, compateixo la meva modesta fulla de ruta per sortir de l’atzucac, de la rentadora, de la roda d’hàmster...del Dia de la Marmota:

1.- S’investeix amb els vots del PSC ( i qui sap si de C,S)  una Presidenta o  un President indepe que hagi aparcat el ‘Procés’ prioritzant l’autogovern, les polítiques socials i el desenvolupament econòmic.

2.- Conseqüència directa del punt 1, es recupera la normalitat institucional sense renunciar cadascú a la seva ideologia i cauen les mesures derivades de l’article 155 de la Constitució recuperant-se l’autogovern.

3.- Arribats aquest punt, es redueix, si no s’elimina, el risc de reiteració delictiva dels polítics empresonats pels presumptes delictes de rebel·lió, sedició i malversació de fons públics, motiu pel qual la presó preventiva tindria poca justificació jurídica.

Aquesta “Fulla de ruta” requereix visió d’Estat, requereix de l’independentisme llums llargues i també cessions importants de C,s (Iceta les va oferir ahir), perquè un govern pot fer polítiques de consens pel desenvolupament econòmic i social de Catalunya en el marc de l’Estatut i la Constitució independentment que sigui indepe, federalista o unionista. Aquí rau la clau: té sentit demandar la fi del 'Procés', però també cal que "l'unionisme" canvïi admetent que l'independentisme ha arribat per quedar-se. Caldrà que en el segle XXI, la ideologia, indepe o no indepe, no sigui, per si sola, l'unic argument per investir o no investir un President. 

Hi ha un últim argument de pes: No hi ha Pla B.

domingo, 25 de febrero de 2018

El ajedrecista


Lo poco pero bueno que sé de política se lo debo, aparte de mi familia, a Tere Cunillera, Àngel Ros y a Marta Camps con quienes tengo una deuda impagable por cuanto me han enseñado de primera mano. Recuerdo una intervención de Gerard Guiu en una asamblea del PSC -allá por el 2009-, allí Guiu explicó que Ros era como ese ajedrecista que mueve la pieza a varias jugadas vista descolocando a quienes siguen la partida. En esto Guiu llevaba razón. Cuando estuvimos juntos en el gabinete de alcaldía, a días Ros nos descolocaba avanzando un peón, desplazando un alfil o haciendo retroceder el caballo (entiéndase en el sentido más amplio de las decisiones políticas del día a día).  Como suele ocurrir con las decisiones que se toman en las cúpulas de las organizaciones, tras una jugada se generaba un debate de pasillo con opiniones de todo tipo. Pero la pieza ya estaba movida.  Con el transcurso del tiempo, a veces un año o dos, después de varios movimientos previstos por el ajedrecista,  allí estaba el alfil para dar jaque o ese extraño peón adelantado para evitar una desgracia.  El periodista de La Mañana, Jordi Guillaumet, recurre a esta metáfora del ajedrez en su columna de ayer sábado para ilustrar la jugada del paso de Rosa Maria Salmerón a concejala no adscrita. En mi modesta opinión, Salmerón, junto a Cristina Simó, son de lo mejor que tenía o tiene Postius en su entorno. El alcaldable del PDCAT sabe que está atrapado en la espiral del secesionismo excluyente, en la “kale borroka” parlamentaria y en Lleida ciudad esas no son ni de lejos posturas centrales cara a las municipales por mucho que se vendan a gritos. La salida de Salmerón no hace sino escorar más a Toni Postius hacia ese secesionismo radical minoritario en Lleida ciudad. La disparatada política institucional catalana da por bueno que el comunismo y el liberalismo económico se abracen por el 'Procés' agónico; pero pone el grito en el cielo si un Grupo Municipal del PSC, partido catalanista desde su fundación,  llega a un acuerdo de gobierno municipal con Units per Avançar, otro partido catalanista que huye (nunca mejor dicho en el caso de Salmerón) del secesionismo unilateral y excluyente. Veremos cómo se desarrolla la partida. De momento, Postius se ha enrocado con mi amigo Paco Cerdà quien,  tras la salida de Salmerón, se queda con Postius más descolocado políticamente que un pulpo en un garaje.

sábado, 20 de enero de 2018

Hipnotizados con el himno.

¡Feliz año! Nueva legislatura. De su primer acto me quedo con una anécdota: parece ser que no cantar el himno de “Els Segadors” en el Parlament supone una falta de decoro. No sé yo. Himnos los hay religiosos, deportivos, políticos, institucionales, ¿no? Son canciones a las que un colectivo les atribuye unos valores más allá de las notas, la letra y la armonía.  Pero ¿de verdad alguien cree que no cantarlos supone una falta de respeto a esos valores? En las misas de Montserrat no todos los fieles cantan el Virolai y no veo en ello una falta de respeto a Jacint Verdaguer ni a la Iglesia. Y, no sé, en el Camps d’Esports tampoco veo toda la grada desgañitándose con la letra del himno. Lo que sí podría ser una falta de respeto, convendrán, es abuchearlo y silbarlo. Sea el himno que sea.  ¿Se imaginan tres bancos del Monasterio de Montserrat silbando el Virolai en plena eucarística? Pues eso. Y si me permiten un comentario jocoso, se podría hablar también de si supone una falta de respeto destrozar un himno desafinando a mansalva; ese cante que se confunde con el chillido del  gato cuando le pisan la cola.   Afear a alguien por no cantar un himno da grima, es desazonador y retrotrae a otras épocas de mambo. Pero ya conocen el túnel psicodélico en el que andamos metidos, donde cualquier ruido suena música celestial, siempre que lo canten los míos, claro.