lunes, 26 de abril de 2021

Lleida y Huesca

 Dejamos atrás Sant Jordi, o San Jorge, como ustedes quieran.


San Jorge es también el patrón de Aragón por eso allí el 23 de abril, como saben, no es laborable.


Allá por el año 1100 la aristocracia aragonesa, enredada en una guerra contra los moros por el control del Valle del Ebro, fue la primera que adoptó el patronazgo de San Jorge en la península Ibérica. Acto seguido la aristocracia catalana, liada en la misma bronca por el control de Lleida y Tortosa, siguió el criterio de la aragonesa y también nombró patrón al “gran mártir”. Al tiempo acabaría siendo patrón de toda la Corona de Aragón.


Aragón y Catalunya no solo comparten bandera, patrón y lenguas comunes en su franja. Comparten también una rica historia de relaciones comerciales, culturales y familiares; muchas familias leridanas están unidas con familias oscenses. Todo iba bien hasta que llegó la piedra en el zapato: el enredo del museo diocesano. Les recomiendo que en este tema museístico no compren la moto entera de nadie, cojan algo de cada opinante porque todos tienen su razón. Recuerden que hasta el Tribunal Supremo reconoció la extraordinaria complejidad jurídica del enredo en su sentencia definitiva. Pero hay un momento importante que creo debe pasar a la historia de este asunto y que algunos obvian porque les rompe el relato nacionalista. Pasqual Maragall y Marcelino Iglesias llegaron a un acuerdo para compartir la propiedad de las obras de arte en litigio. Además, el pacto incluía la idea de un programa de exposiciones itinerantes. Esta era la buena, el acuerdo entre dos pueblos hermanos, entre otras cosas porque evitaba un juicio, insisto, de una complejidad extraordinaria. Fueron como siempre los sectores nacionalistas de ambas comunidades los que torpedearon el acuerdo. ¿Por qué lo hicieron? Que cada cual saque sus propias conclusiones.


Lleida está más unida cultural, comercial y familiarmente a Huesca que por ejemplo a Girona. Lo que no sobra es mantener esos vínculos y reforzarlos día a día, algo así como celebrar Sant Jordi en Huesca y San Jorge en Lleida.