lunes, 3 de julio de 2017

Los Bloques.

El radicalismo político se empeña en crear bloques. Estás con su pack de dogmas o estás en otro bloque y en medio fabrican un abismo. Ocurre con el resucitado tema del “franquismo”, leitmotiv del actual mandato municipal en Lleida.  Si aceptas que el Pleno del Ayuntamiento destine una calle a quienes, sin participar en la represión ni ensalzar el alzamiento, destacaron en la sociedad civil pre-constitucional ya eres del bloque franquista. Es un planteamiento radical y primario. Creo que la política local útil no va de eso. Va de tender puentes entre bloques o, si ustedes quieren,  va de derretirlos con diálogo, negociación y pacto. Un ejempo magnífico de ello lo ha dado el alcalde de Rentería, Julen Mendoza (EH Bildu)  el pasado jueves en la sala de plenos del Ayuntamiento pidiendo perdón a las víctimas de la Dictadura de ETA e invitando a trabajar por la cohesión. Porque va de eso: de cohesión, de cesión, de unión.  La Dictadura de ETA sometió brutalmente aquellos que discrepaban. La organización secuestró y asesinó por motivos políticos. Su brazo político gobernó ayuntamientos instrumentalizando el miedo. Fernando Aramburu refleja en “Patria” la vida bajo "el conflicto" desde una perspectiva local, sin excesivos prejuicios, a través de las vivencias y sentimientos íntimos de dos familias vascas vecinas. Me quedo para este post con la lucha de algunos de sus personajes por tender puentes, por ejemplo la de Arantxa mi favorita, o la lucha de Bittori contra sí misma por perdonar. Hablo de esos gestos valientes que derriban bloques.  Si el Pleno del Ayuntamiento de Rentería decide algún día otorgar una calle a un miembro de la izquierda independentista que no tenga las manos manchadas de sangre será un grave error oponerse al homenaje alegando vínculos con la dictadura de ETA. Ni ser conservador en los 60 en Lleida significaba necesariamente comulgar con la represión de la dictadura franquista, ni ser independentista en los 90 en el País Vasco significaba necesariamente participar de la dictadura de ETA. Pensar lo contrario no conduce a nada.