lunes, 11 de febrero de 2013

Las cuatro patas de la mesa.

Comparto aquí un post que he publicado en el bloc Tinta Vermella elaborado en el marco del Màster en Lideratge i Comunicació per a la Gestió Política 2012-2013 con mis compañeras de curso.
Saludos.

Qué tiene el PSC que no tengan otros partidos?
Los progresistas catalanes que buscan una oposición contundente a la política económica de CiU tienen en IC-V una opción razonable.
Los progresistas que ven en la soberanía la gran y única solución a todos los problemas tienen en ERC o CDC una opción razonable.
Aquellos catalanes socialdemócratas que están hasta el gorro de nacionalismo sectarios, pero que les da repelús votar al PP, tiene en C,s una opción interesante. Visto así, qué ofrecemos nosotros para que nos vean como la mejor opción? La respuesta no es fácil. Pero ahí va una propuesta.


En el adn del PSC fluyen cuatro grandes valores que no coinciden juntos en ninguna otra opción política. Veamos:

1.- Clara vocación internacionalista.  La obsesión por los símbolos y por los territorios no es nuestra lucha. Ernest Lluch publicó en febrero del año 2000 en La Vanguardia un artículo precioso titulado “Nacionalisme y Catalanisme”. Lluch explica en ese artículo cuáles son, a su entender, las diferencias entre nacionalismo y catalanismo.
 Para él nacionalismo, ja sea español, catalán o austríaco concede un valor altísimo, a menudo irracional, al hecho nacional. Un nacionalista antepone el hecho nacional en cualquier discurso ja sea sobre política, lengua, cultura, financiación, futbol o televisiones públicas. Para nosotros, los socialdemócratas, no existe ese valor supremo, si no que lo consideramos comparable a otros de la sociedad o del individuo como la justicia social; la escolarización de la infancia; sostenibilidad económica o medioambiental entre otros.

2.- La defensa de la parte débil

Estuvimos y estamos con las mujeres en su lucha eterna por la igualdad efectiva.

Estamos y estuvimos al lado de las personas inmigrantes en su lucha por la supervivencia.

Estuvimos al lado de los homosexuales cuando, no hace tanto, reivindicaban sus derechos civiles.

Si esto es así. Qué nos paso en mayo del 2010?

Por qué hemos tardado en reaccionar ante los desahuciados por los bancos?

Tenemos que volver a ser el partido de la parte débil. Lo llevamos en el adn. Sino,  otras  fuerzas de izquierda españolas serán una opción razonable.

3.- Capacidad de gobierno. Somos un partido de gobierno. No podemos ni debemos renunciar a ese mérito. España entró en Europa de la mano del partido socialista. La sanidad pública española es una construcción nuestra. La historia del municipalismo catalán no se entiende sin la aportación del PSC. Las ciudades de Girona, Tarragona Barcelona y Lleida son una muestra de ello.

Y por último, lo más importante.

4.-La ética política La Universidad de Cambridge tiene un Centro de estudios de Ética Econòmica i Política. La directora del centro, Rosamund Thomas y su equipo investigan como afecten las conductas poco éticas en la economía de un país y en competitividad de sus empresas. Una de las conclusiones más conocidas de sus estudios es que la ética no es solamente una cuestión cívica, moral o religión personales. La ética es la esencia de la competitividad.

Creo que hace falta una REVOLUCIÓN en este sentido. El mundo de los negocios todavía relaciona un estafador con un hábil negociador. Y en los partidos confundimos aún un conspirador sin principios con un hábil estratega político.

Por qué tiene la sociedad que apoyarnos a nosotros?  Pienso que estos 4 aspectos históricos, innatos al socialismo y que muchos de nosotros llevamos en los genes son los que nos tienen que hacer sentir orgullosos de nuestro proyecto.

Son cuatro patas de una gran mesa plural, de encuentro cívico y social que es nuestro partido. 4 patas, amigos y amigas, que hoy andan algo desenroscadas.  Tenemos que apretar los dientes y afianzar esos 4 pilares. Enroscar y atornillar esas 4 patas que darán robustez y solidez al PSC y al PSOE.