domingo, 10 de junio de 2012

De Acebes a De Guindos pasando por Rajoy.

Un líder debe decir la verdad y ser coherente con ella. Antes que la mentira es preferible el silencio. Incoherencia y mentira son antítesis de liderazgo.

En el 2004 una gran mentira de Ángel Acebes, a la sazón Ministro de Interior, abrió los ojos a centenares de miles de indecisos que posteriormente optaron por el PSOE en las elecciones generales. 


Parte de aquél gobierno de Acebes lidera hoy este país. Un gobierno con el que, de momento, estamos batiendo todos los records negativos de esta crisis: record de paro; record de prima de riesgo –en teoría un medidor de confianza en la política económica de un país-; record de agujeros en las cuentas de las CCAA -con Madrid y Valencia como estandarte- y record de agujero financiero en Bankia, el buque insigne del PP. En este escenario el rescate bancario era inevitable. El rescate es una ayuda extraordinaria que la Unión Europea otorga a uno de sus miembros cuando este se encuentra en graves problemas económicos. Entiendo que un líder que se precie debería explicarlo así, rescate.  De hecho, con esta calificación abren hoy la mayoría de diarios estatales a excepción de La Razón, ABC y La Gaceta. También la prensa internacional interpreta la inyección de fondos europeos al FROB como un bailout. Pero el gobierno a su pelota. No va con ellos. De Guindos compareció después de la reunión del eurogrupo recurriendo a eufemismos y giros absurdos.

Creo que el Partido Popular tiene una deuda pendiente con la verdad y la transparencia. En lo que llevamos de legislatura se han destapado ya demasiadas mentiras de Rajoy. El Presidente mentía cuando aseguraba que no subiría impuestos. Engañó cuando dijo que no abarataría el despido. Por suerte mintió también cuando prometía, en la oposición, cumplir sí o sí los niveles de déficit exigidos por Europa. Faltó a la verdad al enfatizar, hace apenas doce días, que “ no iba a haber ningún rescate de la banca española”
Solo le falta al Presidente subir el IVA y bajar las pensiones para incumplir el 100% de las promesas que vendió durante cuatro años de oposición.

Este país se merece liderazgos fuertes y honestos. Que den la cara en los momentos difíciles y expliquen las cosas por su nombre. En la sociedad de la información, y con nuestra madurez democrática, nadie tolera ni debe tolerar concesiones al principio de transparencia y veracidad gubernamental.

La crisis económica y sus consecuencias pueden atribuirse a muchos factores: Grecia, crisis de Wall Street, gobernanza europea, estallido de la burbuja inmobiliaria… o incluso a la herencia recibida. Cada uno es libre de centrifugar sus responsabilidades donde crea. Allá él. Pero la mentira y el engaño son una elección consciente y exclusiva del gobierno del PP, de la que solo ellos son responsables.