Força Lleida ya es equipo de la Asociación de Clubes de
Baloncesto, vamos, la ACB. La temporada que viene jugará la Liga Endesa. A esta
hora habrán leído y escuchado un sinfín de análisis técnicos. Poco puedo
aportarles yo en ese ámbito más allá de lo sabido: el Força Lleida asciende
porque es un equipo por encima de individualidades. Son un coro que juega de
memoria, todos con los pies en el suelo, menos Kur Kuath, MVP de la final, que
siempre anda por los aires con esos tapones que caen del cielo como una
tormenta de verano.
En Lleida vamos justos de alegrías deportivas. El futbol
nos desilusionó en el último minuto de liga y el hockey nos hizo sufrir hasta
el final; pero el Força Lleida ha ido de menos a más, luchando todos y cada uno
de los minutos en todas y cada una de las canchas, en una temporada que
analizarán los expertos en baloncesto, y llevado en volandas por una afición
que ha convertido el Barris Nord en una caldera; en la pesadilla de cualquier
equipo de la LebOro.
Por los pasillos de la ciudad se cuenta que tenemos más o menos ligados los asuntos presupuestarios de la temporada que viene. El Barris Nord va a ir a más, no se engañen, este club ha aprendido de los errores del pasado y, en mi opinión, no se repetirá la historia del Caprabo Lleida. Los cimientos son sólidos; los gestores son serios y la afición es de las potentes de la ACB. Vamos Lleida. Vamos con todo.